¿Cómo diriges a tu equipo? ¿Eres benevolente o estricto? ¿Aún piensas que es mejor el modelo de jefe rígido de traje y corbata?
Descubre qué clase de líder eres…
Te pongo en antecedentes ¿Te suena Kurt Lewin ? Bueno pues en 1939 este psicólogo alemán hizo varias investigaciones sobre liderazgo que dieron como resultado los tres estilos de liderazgo aún predominantes en el mundo de los negocios.
Estos son líder autoritario, democrático y laissez faire.
El líder autoritario o autocrático es aquel que tiene poder coercitivo que viene dado por su estatus en la jerarquía de la empresa, ejerce un elevado control y no delega sus funciones, por lo que supervisa demasiado a sus empleados, sin dejarles autonomía, esto también se ha denominado micromanagement. Su poder viene dado por su cargo en la empresa, es decir, es un liderazgo formalmente establecido por la organización.
Uno de los problemas más frecuentes por los que los empleados con más talento abandonan las empresas es causado por el jefe tóxico que podría relacionarse fácilmente con el líder autoritario. Este puede tener comportamientos dañinos directos contra sus empleados o hacerlo de forma indirecta o encubierta. Pueden causar daños irreversibles a sus compañías porque perjudica la marca personal de la empresa, pero también a sus empleados, pues les impide desarrollar todo su potencial y llega a generarles tal estrés o ansiedad que se ven obligados a elegir entre dejar la empresa o seguir padeciendo el síndrome de burnout.
Los líderes democráticos en cambio son aquellos que tienen lo que se denomina “poder informal”, delegan sus funciones y toman decisiones pero a la vez fomentan la participación de sus empleados, es decir, fomenta el empowerment dando poder a los empleados para decidir con criterio propio, esto favorece también el engagement porque genera un compromiso al implicar a sus profesionales en todos los niveles jerárquicos permitiendo que fluya la comunicación y el Feedback 90º-180º-360º .
Es un tipo de liderazgo inclusivo que fomenta la participación para crear un entorno realmente diverso. En las empresas que tienen líderes democráticos estos son vistos en muchas ocasiones como mentores o coach.
Los lideres que creen en el laissez faire no dirigen sino que adoptan un papel pasivo, y son los trabajadores quienes tienen un mayor poder de decisión. No ejerce control sobre sus empleados sino más bien todo lo contrario, les deja bastante autonomía para que tomen sus propias decisiones. Delega sus funciones y no juzga ni valora las aportaciones de sus trabajadores a no ser que estos se lo pidan.
Seas del estilo que seas ten en cuenta las palabras de Encarna Maroño Directora de Recursos Humanos de Grupo Adecco para la revista Equipos y Talento donde explicaba la importancia de los managers en las empresas. Porque tienen la misión de identificar el talento de las personas y guiarles en su carrera profesional. Tal es la importancia de un manager porque en muchas ocasiones se observa que
la persona que abandona su trabajo no deja a una empresa, sino a su jefe.
Según el Company as Community que acompaña la quinta lista anual de Great Workplaces to Work, otro de los aspectos que más valoran los empleados de las veinticinco Mejores Empresas para Trabajar del Mundo, se trata de tener jefes competentes, es decir líderes capaces de coordinar al personal.
Y es que en todo trabajo el clima labora es fundamental, por ello es necesario tener un buen jefe, un líder que gestione de manera adecuada a las personas que componen la empresa. Tal y como muestra la encuesta de la empresa Randstad el 28% de los encuestados preferiría tener un buen jefe antes que cobrar más.
Porque es una realidad, los seres humanos no sólo necesitamos incentivos económicos, comisiones o salarios altos, necesitamos un salario emocional, necesitamos que se reconozca y valore nuestro trabajo.