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Si nos damos cuenta en muchas ocasiones dejamos que la sociedad de consumo sea la que marque nuestros pasos. Nacemos, crecemos, vamos a la guardería y vamos al Instituto y cuando acabamos inmediatamente ya tenemos que saber que queremos estudiar para así labrarnos un futuro profesional. Y todo esto sin que nos hayan orientado lo más mínimo.

Al final nuestras preferencias se centran en estudiar algo que nos ayude a conseguir una estabilidad económica futura y así alcanzar un nivel de vida que nos permita vivir con nuestras necesidades cubiertas (en su mayoría materiales) en detrimento de estudiar algo que realmente nos haga sentir realizados. Porque pensamos que será la elección más sensata.

[vimeo 244405542 w=640 h=360] Happiness from Steve Cutts on Vimeo.

Seguimos creciendo, acabamos nuestros estudios superiores y de repente ves que tu futuro se ha desdibujado porque no tendrás tantas posibilidades de inserción laboral como creías, el entorno VUCA es lo que tiene. 

Así que un día decides parar. Y tomarte un año sabático.

Coge una libreta con una pagina en blanco, cierra los ojos y piensa por un minuto si tuvieras tiempo y dinero para hacer cualquier cosa ¿Qué te gustaría hacer?

Este concepto al parecer proviene del hebreo y esta ligado a la agricultura. Siglos atrás en el antiguo Israel era una practica habitual, durante el séptimo año de cada septenio se dejaba la tierra en barbecho para que descansara, y durante ese tiempo ni se cultivaba y  ser consumido.

En la actualidad el termino lo asociamos al tiempo que una persona decide dejar de lado sus responsabilidades laborales y/o académicas para centrarse en sí mism@. Por los motivos que sea.

Y he dicho tiempo, porque realmente el concepto no hace referencia a “un año” con sus 365 días sino que puede tratarse de un periodo inferior porque en lo que consiste en en reflexionar y encontrase uno mism@.

Algunas verdades sobre el año sabático.

1. No tiene por qué durar exactamente un año. Puede durar más o menos dependiendo de tus necesidades.
2. Te servirá para reflexionar. ¿Nunca has tenido la sensación de vivir para trabajar y no de trabajar para vivir? Un trabajo a jornada completa con un buen sueldo y con cierta estabilidad es algo que en principio tos@s queremos, pero cada vez me encuentro con más gente que prefiere turnos de menos horas para así conciliar, y no por motivos familiares, sino porque quieren vivir, así de sencillo.
3. Cuesta dinero. A no ser que tengas un colchón económico te será muy difícil no caer en la tentación de seguir con el ciclo de consumo que hablábamos anteriormente. Pero, puedes aprender a priorizar unos gastos sobre otros y encontrar de esta forma como darle un orden de importancia a unos gastos u otros.
4. No todo es viajar. Obviamente lo primero que se nos viene por la cabeza es coger una maleta y recorrer el mundo, pero también puedes crecer a nivel personal si sigues en tu ciudad pero empiezas a ver las cosas de forma diferente.
5. No es para perder el tiempo. No servirá de nada que tomes un año sabático con la intención de vaguear. Además si dejas pasar un año de tu vida sin hacer nada por tí, cuando seas más mayor y eches la vista atrás te lamentarás.
6. No siempre es una elección directa, puede ser consecuencia de una situación desfavorable. Por ejemplo, tengo un amigo que por causa de la crisis se quedó sin empleo. Después un tiempo de asimilación se dio cuenta que esto podía ser una oportunidad para reinventarse. Y así fue, aprovechó para hacer las cosas que por motivos de trabajo y horarios no habían hecho antes, volvió a disfrutar del tiempo en familia, y en definitiva disfrutar de los pequeños placeres. Tiempo después encontró un empleo y se puso a trabajar con las pilas más cargadas que nunca, pero eso sí,  con horarios que les permitían conciliar su vida familiar.
7. Puedes hacer de un hobby tu nuevo trabajo. Es el caso de una amiga de mi madre. Esta mujer desde muy joven había trabajado en el negocio familiar, una mercería. Su familia no quiso que fuera a la universidad como sus hermanos, por lo que siguió en la mercería, se casó, tuvo hijos y cuando su marido se jubiló decidió vender el negocio. Volvió a tener tiempo para leer que era lo que mas le gustaba en el mundo junto a escribir, empezó a presentar sus relatos a varios concursos  literarios y ganar el primer premio en muchos de ellos. Actualmente ha publicado tres libros y sigue con su pasión.
8. Aprendizaje profesional. Tanto si durante ese tiempo decides trabajar como si no te dará una nueva perspectiva profesional, me explico. En muchas ocasiones nos sentimos perdidos, queremos cambiar de trabajo, pero no sabemos realmente que es lo que queremos conseguir. Sin embargo, al estar en contacto con otras realidades sociales te hace entender qué es lo que quieres y no quieres en tu vida, y te puede guiar hacia el trabajo idóneo.
9. Crecimiento personal. Hacer algo en el orden de otros no es siempre lo más acertado. Por el simple hecho de que todos los demás lo hagan de una determinada forma no significa que tú debas hacerlo también.
10. Tiempo para pensar y actuar. Esta situación puede ayudarte a poner orden sobre tus ideas, darles forma con los conocimientos adquiridos y convertirlas en un proyecto viable a desarrollar. Sigue tu intuición, y se fiel a tu instinto.
11. Que no tengas un plan establecido ahora mismo no es motivo para rendirse. Piensa que durante ese tiempo puedes hacer muchas cosas. Com opor ejemploe aprovechar el resto de posibilidades mencionadas en el Especial Post Graduados y ahora qué. Es decir,  puedes seguir estudiando y formarte, trabajar para otros y ganar algo de experiencia, hacer voluntariado, incluso abrir un negocio.

Recuerda

Tú eres capaz de hacer cosas extraordinarias.

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