Como técnico de selección en una empresa de trabajo temporal conozco muy bien este tipo de contratos.
Estos se producen para cubrir las demandas puntuales del mercado. Como en verano sucede con el sector del turismo y hostelería (aunque como vimos muchos contratos se creaban para otros sectores).
¿Los contratos temporales son malos?
Para nada. Inicialmente se creaban para hacer frente a la demanda de trabajo estacional, sin embargo como sabemos las cosas han cambiado y el mercado es inestable, y esto ha provocado que se extienda a otros sectores. Pero debemos distinguir entre contratos temporales justificados y aquellos que se producen en fraude de ley . Por otra parte, es importante resaltar, que aunque en verano se crean miles de contratos, se debería valorar la calidad de los mismos. Pues existen múltiples denuncias por la precariedad laboral y por la creación de contratos de 4 horas en los que realmente se trabajan 8 o más horas. Y es que además, este trabajo estacional tiene un efecto yoyó como el que vivimos el pasado lunes 31 de agosto, el ya denominado lunes negro, donde se despidió a 333.107 personas.
No todos los contratos temporales son malos, pero es importante conocer todos los detalles:
Desde mi visión personal estoy siendo partícipe de que las cosas están cambiando.
Cada vez se crean más puestos de trabajo cualificados, y contratos de mayor duración y cada vez más empresas parecen estar recuperando la confianza en sí mismas y contratan con el propósito de crear planes de carrera que comprometan a l@s recién llegad@s.